¿Compites? ¿Contra quién?

¿Te has preguntado alguna vez por qué razón, todas las personas del mundo occidentalizado siempre estamos en plena competición?

El «Sistema» actual, tal cual está diseñada la Sociedad, nos empuja a ser competitivos, sin más remedio.

A sacar pecho y partirnos la cara (no literalmente –a veces, casi-) para demostrar que somos «mejor que, … tal o cual»; quien quiera que sea ese otro «tal o cual».

Si has estudiado una carrera, a seguir para obtener un Máster, un Postgrado, … si tienes tu propio negocio a estudiar a la competencia y si puedes pisar su trabajo; hacerlo, … si has empezado a trabajar desde joven, desde abajo, y con tesón y humildad has ido ascendiendo a base de esfuerzo, tesón, constancia en la Empresa, … a seguir estudiando, formándote, realizando cursos de actualización, … que te hagan ser mejor persona y MÁS competitivo.

¿Para qué ser más competitivo? Para derribar, acaso, a alguien que como tú está siendo empujado por el «Sistema» para producir más, dar más de sí, … ¿a cambio de qué? de perder amistades entre compañeros/as, a lucrarnos más y hacer más ricos a los que verdaderamente creen en este «Sistema» remanido y sucio del COMPETIR, para PRODUCIR y no llegar, verdaderamente, a SER FELIZ.

Ciertamente, a todos nos gustaría que el dinero fuese considerado sólo como lo que es: un medio de pago para poder adquirir lo que tu cuerpo y tu familia necesita: una vivienda digna, comida, ropa, … pocos lujos.

euros

Pero NO, al dinero le va bien que sigamos compitiendo, sigamos intentando ser mejores productores y consumidores. Hagamos que otros y nosotros tengamos más y más. Claro que el dinero, sigue siendo lo que es: papel y moneda y cifras en transacciones financieras.

Y ¿quién/es lo manejan?

En la respuesta a esta pregunta está la solución al por qué siguen, machaconamente, año tras año, por muchos cambios políticos que haya en este país, queriendo que seamos más competitivos.

La Empresa (PYMES, Grandes Empresas) que producen y prestan servicios y dan trabajo a las personas (ayudando por ende a la familia), creen en este «Sistema» y no van a querer que se rompa nunca, por muchos defectos que tengan como tales, por muchas trampas al fisco que hagan o por muchas situaciones injustas que permitan se den a diario entre sus trabajadores, por el competir unos contra otros.

La «Política» es la primera a la que le conviene que así sea. 

Si os dais cuenta, desde pequeños a los niños se les enseña y de qué manera, … para que compitan por superar los temas, los trimestres, los controles, las evaluaciones, … el Curso, … y así van produciéndose frustraciones, separaciones de amiguitos/as que quedan atrás de curso, … y llegar al Instituto, luego a la Universidad, … para más tarde pelear por obtener ese ansiado y anhelado «puesto de trabajo» con el que desde la más tierna infancia ha soñado, que le dará  la oportunidad de ganar el dinero por el que se ha preparado para obtener toda su vida. Y llegando, … el ciclo continúa.

Al final, de esta forma, lo que nos convertimos es en víctimas del «Sistema», que no somos capaces de abandonar, por temor a no ser vistos como válidos si no luchamos por ese dinero en la manera en que la Sociedad dispone que ha de hacerse. Pisándonos unos a otros si hace falta, porque hay que competir.

Esperamos que algún día, … dejemos de competir, dejemos de luchar unos contra otros, por este demonizado mal material llamado

dinero

A todos/as, la vida nos irá mejor cuando así lo hagamos. Cuando le demos sólo el valor que tiene y no el valor de hacernos distintos unos a otros en base a cuánto tenemos, que demostrará -simplemente- cuánto hemos sido de competitivos en la vida, lo que dirá mucho de nosotros. Para bien o para mal.

 

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